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Tengo cáncer y no sé por dónde empezar

Foto del escritor: Catalina SaavedraCatalina Saavedra

Recibir un diagnóstico de cáncer es un momento que, además de ser emocionalmente abrumador, puede generar desorganización en la vida cotidiana. A continuación, presentamos algunas pautas fundamentales para adaptarse al tratamiento y afrontar este nuevo capítulo de forma ordenada y con el apoyo necesario.





Organización inicial del tratamiento


El reciente diagnóstico puede producir una sensación de desorganización, ya que en ese instante se acumulan múltiples indicaciones médicas. Además, el psiquismo está procesando una información nueva y muy significativa. Contar con un entorno que brinde acompañamiento puede ser un recurso facilitador para organizar la agenda de citas e indicaciones iniciales. Se recomienda incorporar un cuaderno o una herramienta digital para anotar:

  • Preguntas que se deseen hacer a los médicos.

  • Datos de contacto de los profesionales y centros de salud.

  • Fechas y horarios de las consultas y estudios.

  • Síntomas, medicaciones, estados de ánimo.



Establecer prioridades en este momento tan complejo puede ayudar a gestionar de manera más efectiva los distintos requerimientos médicos, mientras se afronta el impacto emocional de la noticia.

Muchas personas no saben por dónde empezar con los turnos médicos. Aunque cada caso es particular, es fundamental contar con una guía para estructurar el proceso de consultas y estudios posteriores al diagnóstico. La organización de estos turnos es parte esencial para no perder de vista el seguimiento del tratamiento y garantizar que se aborden todas las indicaciones médicas pertinentes.


Por otro lado, en cuanto a la información, se recomienda que la primera fuente debe ser siempre el equipo de salud. Es importante que el paciente se sienta en confianza para formular todas las preguntas necesarias, teniendo en cuenta sus particularidades.


Si bien el momento para buscar apoyo psicológico varía según cada persona, contar con un psicooncólogo desde el inicio puede ser muy beneficioso para:

  • Encontrar recursos que ayuden a afrontar el impacto del diagnóstico.

  • Reducir la carga emocional y el impacto inicial.

  • Desarrollar herramientas para mejorar la comunicación con sus hijos u otros familiares.

Por otro lado, hay quienes optan por no sumar más profesionales al equipo en un principio. Lo importante es saber que se puede consultar en cualquier etapa del proceso, especialmente cuando se notan síntomas persistentes de ansiedad, depresión, tristeza, miedo o desesperanza que afectan la calidad de vida.

En el mismo sentido, el apoyo social puede ser de gran ayuda en este proceso. Existen espacios de psicooncología individual y grupal, así como talleres y grupos gestionados por los propios pacientes. Es fundamental reconocer que cada persona tiene su propio estilo de afrontamiento: mientras algunas encuentran en la identificación grupal una fuente de apoyo, otras pueden no beneficiarse del contacto social. La elección dependerá de cada persona.


El cáncer afecta muchas áreas de la vida cotidiana. Por ello, decidir cuándo y cómo hablar del diagnóstico en el trabajo, con la familia o en el círculo social es algo que debe definir cada persona. Se recomienda:


  • Elegir cuidadosamente a quién informar, priorizando aquellos que puedan brindar apoyo.

  • Progresar en la comunicación de la información de forma paulatina, comenzando por los afectos más cercanos.

  • Aguardar los tiempos personales.

  • Pedir ayuda a sus afectos si lo precisan.

  • Tener presente informar adecuadamente y en momento pertinente a niños y a personas mayores, que a veces son excluidas de la información y quedan sin recursos para afrontar el proceso.


Durante el tratamiento, es importante equilibrar la salud física y emocional. Para ello, se sugiere:

  • Reconocer y respetar las propias limitaciones físicas.

  • Destinar la energía a las actividades que generen mayor impacto positivo en la calidad de vida.

  • Contar con el apoyo del entorno social para delegar tareas cuando sea necesario.

  • Mantenerse activo en actividades que no resulten limitadas, como, por ejemplo, continuar conectado con el trabajo de forma remota, si se siente que esto contribuye al bienestar.


Por último, encontrarse con los trámites médicos, autorizaciones y estudios puede ser estresante. Una recomendación útil es solicitar el apoyo del entorno familiar o de personas cercanas que puedan ayudar a delegar algunas tareas. Esto permitirá gestionar estos procesos de manera más ordenada y reducir la carga emocional asociada.



Algunas personas pueden enfrentar barreras económicas o dificultades para acceder a la salud. En estos casos, las organizaciones sociales pueden ser un recurso valioso. Estas entidades ayudan a navegar el sistema y a encontrar recursos adicionales para superar los obstáculos que puedan surgir.


 

En LALCEC contamos con un equipo interdisciplinario que brinda acompañamiento a personas que hayan sido diagnosticadas con cáncer. Este equipo, formado por un médico especializado en oncología, una psicooncóloga y una trabajadora social, tiene como objetivo acompañar el proceso de aquellas personas que lo necesiten, brindando un espacio de escucha, contención  y orientación a quienes lo requieran. Si estás recientemente diagnosticado y necesitás ayuda u orientación no dudes en comunicarte a [email protected] 


El reciente diagnóstico es un momento de reorganización y, en muchos casos, de angustia, ya que implica atravesar un duelo por la pérdida de la situación anterior. Es normal que, en esta etapa, se detectan altos niveles de malestar emocional. Con el tiempo, y al ir adaptándose a la nueva realidad, esta curva de malestar puede descender.


1 comentario


antony
21 feb

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