Cómo abordar las fiestas siendo paciente oncológico

Las celebraciones de fin de año son especiales, pero también pueden ser desafiantes. Conversamos con la Lic. Fernanda Montaña, coordinadora de nuestro programa de Acompañamiento, quien reflexiona sobre herramientas que los pacientes oncológicos y sus seres queridos podrían incorporar para abordar este momento tan especial.

Las fiestas generan, con frecuencia, momentos de reflexión para las personas. A su vez, la conexión con el mundo interior puede conmover a los pacientes. Estas conexiones pueden ser cuestiones vinculadas al entorno familiar, el sentido de vida, aspectos importantes de su biografía, entre otros.Para quienes se sienten más serenos con la vida transitada, esta época puede volverse un momento de gratitud. En cambio, para quienes tienen pendientes o conflictos puede resultar un momento de angustia. Ahora bien, algunas personas pueden no tener ninguna reflexión especial en las fiestas, y no hay que forzarlo.

De esta forma, la experiencia para algunos pacientes puede ser de gratitud y conexión, mientras que para otros, pueden tener temores o limitaciones. Lo importante es respetar los propios tiempos y emociones.

Los desafíos a los que se enfrentan los pacientes pueden ser del tipo emocional, físico o social. Algunas claves que podemos tener en cuenta al abordarlos son:

• Escuchar sin forzar conversaciones.

• Adaptar actividades al estado del paciente.

• Evitar preguntas invasivas sobre la enfermedad.

Si hubiera alguna reflexión, puede ser una oportunidad para abordar aquellas cosas que están pendientes o bien agradecer por lo logrado. Pero como es un momento en el que pueden aparecer tensiones por los cambios, puede resultar de mucha ayuda buscar la manera de adaptarse a la realidad. Puede elegir qué comida consumir, el sitio donde quiere estar y elegir con qué personas celebrar las fiestas. 

Por parte de la familia, es recomendable poder acompañar empáticamente entendiendo que es un momento especial y que el paciente puede querer incluso estar con menos personas. Hay una práctica  que se llama de gratitud que a veces puede ser una buena forma de identificar lo que alegra aún frente a las dificultades.

Es importante que los seres queridos sepan que este momento es una oportunidad para:

• Preguntar cómo ayudar en vez de asumir.

• Evitar la sobreprotección e incluirlos en las actividades.

• Aceptar sus limitaciones y adaptarse.

Pequeños gestos como decorar juntos, celebrar desde casa o compartir momentos tranquilos pueden marcar la diferencia. Lo más importante es disfrutar del tiempo compartido.