top of page

La historia de Mónica: “Yo no había escuchado a mi cuerpo por años”

  • Foto del escritor: LALCEC Argentina
    LALCEC Argentina
  • 16 jul
  • 5 Min. de lectura

ree

En 2021, Mónica fue diagnosticada con cáncer de colon y, a los cinco días, le dieron la noticia de que tenía metástasis en el hígado. Después de dos operaciones, nos cuenta cómo atravesó este proceso, en quiénes se apoyó y cómo está hoy.


Cuando recibí el diagnóstico de metástasis en la clínica, me quería morir. Ya tenía el diagnóstico de cáncer de colon, pero hasta ese momento no sabía que había metástasis. Cuando me hicieron la tomografía, salió que tenía una gran metástasis en el hígado.

Fue horrible. Vinieron a mi mente todas las típicas preguntas que se hace todo el mundo: ¿Por qué a mí? ¿Por qué Dios me manda esto, si yo no le hice mal a nadie? ¿Cómo fue todo tan rápido? Un viernes me había enterado de que tenía cáncer de colon y el martes, que tenía metástasis en el hígado. Tan solo cinco días. Era demasiado pronto, pero, en realidad, yo no había escuchado a mi cuerpo por años. Esa es la verdad. En ese momento no podía pensar. Sentía que se me abría el piso y me caía. Tal cual.


La red de apoyo: somos las dos solas contra el mundo

La contención en estas situaciones es fundamental. En mi caso, me apoyé muchísimo en mi hija. Cuando me dieron el diagnóstico de cáncer de colon, estaba con ella. Fue y es un gran sostén, así como yo lo soy para ella. Somos las dos solas contra el mundo.


Recuerdo que mi hija hizo fuerza para no llorar. Estábamos en plena pandemia, así que teníamos que transitar todo esto cumpliendo con la distancia, estando alejadas, con barbijo. Me acuerdo de que, cuando me puse a llorar, el oncólogo me dijo: “A ponerle ganas y fuerza”. Yo miré a mi hija y le dije: “No llores”. Pensé que no teníamos que llorar, sino actuar.


ree

En ese momento, el oncólogo me dijo que teníamos que ver si había metástasis. Me sentía muy mal, y mi hija fue mi contención. También me apoyé mucho en mis amigos. Tenía que ser fuerte porque también debía contener a mi hija.


Pasar esta situación en pandemia fue muy difícil porque, durante mis internaciones, tenía restringidas las visitas. Me acuerdo de que mi nieto, que en ese momento tenía cinco o seis años, todas las noches me mandaba audios contándome qué había hecho en el colegio o algún chiste para hacerme reír. Me decía que me amaba, y eso me hacía muy bien. Mi yerno también me ayudó mucho en todo este proceso.


Esos pequeños gestos me hicieron mucho bien. Son mimos al alma. Yo pensaba que tenía que salir adelante por ellos. Es durísimo, pero hay que transitarlo. Y yo traté de poner lo mejor de mí. Así lo fui haciendo y sigo haciéndolo, porque aún estoy con controles.



Mis heridas son muy grandes

ree

Estuve ostomizada seis meses. Fue muy duro. Me hicieron dos operaciones juntas: la del cáncer de colon y la de hígado. Me sacaron casi tres cuartas partes del hígado. Mis heridas son muy grandes. Volver a caminar me costó muchísimo. Hacía tres pasos y tenía que volver a sentarme porque no podía mantenerme en pie.


Un día hacía tres pasos; a los dos días, hacía siete; otro, salía a la calle hasta llegar a la esquina. Todo esto lo pude hacer porque estaba acompañada por una enfermera particular que, además de ser una excelente profesional, es muy buena persona.

Empezar a caminar de nuevo y manejarme con una bolsa de ostomía no fue fácil. Se me desbordaba. Fue un gran aprendizaje.



Hablar sin miedo: Yo tenía terror de decir "tengo cáncer"

Actualmente, estoy pasando por un tratamiento psicológico, porque siento que hubo un antes y un después de la enfermedad. Yo no quiero ser la que era antes del cáncer. Quiero ser la que estoy aprendiendo a ser ahora.


Ahora valoro cosas a las que antes tal vez no les daba importancia. Después del cáncer, quiero aprender a sanar heridas, a no tener rencores y a perdonar. Este es un camino que estoy haciendo con la terapia.


No es fácil asimilar la enfermedad. Hay que llorar lo que te dé ganas de llorar. Y hay que tomarse el tiempo que cada uno necesite para asimilar la situación. Sobre todo, hay que hablar sin miedo. Yo tenía terror de decir "tengo cáncer".

Si tuviera la posibilidad de hablar con alguien que está pasando por esto, le diría: tomate el tiempo que necesites, llorá, puteá. Hacé el tratamiento que indique el médico. Sé que es difícil, pero tratá de ponerle alegría. Levantate a la mañana, respirá hondo y decí: “Yo de esta voy a salir”. Cuando me operaron, la operación que me tenían que hacer era tan grande que no sabía si iba a resistirla.


En mi caso, los médicos me preguntaron si quería operarme. Recuerdo que les respondí: “¿Y si no, qué?”. No tenía muchas opciones. Mi hija me llamó llorando y me dijo: “¿Entendiste, mamá, lo que te están diciendo?”. Y sí. Ella esperaba que hubiera otro camino que no fuera la operación. Nosotros queremos tener las soluciones, pero las soluciones las tienen los profesionales. Cuando dejaron entrar a mi hija antes de la operación, le dije: “Yo de esto salgo”.


Me costó un montón reponerme, sí, me costó muchísimo. Fue una operación muy grande. Me quedaron cicatrices en todo el cuerpo. Es tremendo. A veces me da bronca porque la ropa no me queda igual, porque se nota. Tengo que usar ropa suelta. Lidio con un montón de cuestiones estéticas. Pero acá estoy. Eso es lo que importa.


Puede ser que tengas que usar un pañuelo en la cabeza o que, a veces, no tengas ganas de levantarte de la cama porque estás triste. Si lo vas superando, eso es vida. Cuesta un montón, pero si le ponemos ganas, si tratamos de no ser víctimas de la enfermedad, se puede salir adelante.



En LALCEC ofrecemos espacios gratuitos para acompañarte y ayudarte a transitar este camino con más recursos y contención:


Encuentros para afrontar el diagnóstico

Un espacio pensado para dialogar, compartir y aprender herramientas que permitan afrontar el proceso oncológico desde una perspectiva más humana y compasiva.

Detalles del encuentro:

📅 Cuándo: cada 15 días, viernes de 11:00 a 12:00 hs.

📍 Dónde: LALCEC, Araoz 2380, Palermo.

👤 Coordinado por el Lic. Adolfo Leyes, especializado en Psicooncología (UCA) y autorregulación emocional.

Inscripción gratuita (con cupos limitados): click aqui.


Encuentros de contención emocional

Un espacio de escucha y contención pensado para pacientes que estén atravesando un diagnóstico oncológico, en etapas avanzadas. Es un grupo abierto, lo que significa que podés sumarte en el momento que lo necesites.

Detalles del encuentro:

📅 Cuándo: todos los miércoles de 19:00 a 20:30 hs.

💻 Modalidad: remota, por Zoom.

Inscripción gratuita: click aqui.


Servicio de orientación al paciente con cáncer

Además, en LALCEC contamos con un servicio gratuito de orientación al paciente con cáncer. Este espacio está coordinado por una trabajadora social, que puede ayudarte a gestionar trámites, orientarte en el acceso a prestaciones de salud y acompañarte en el abordaje de las distintas necesidades que puedan surgir durante el proceso oncológico.

🔗 Para más información o solicitar este servicio, podés ingresar acá: Orientación al paciente con cáncer


1 comentario


bottom of page